ECOS QUE RESISTEN EL OLVIDO
Sobre
“EL TIEMPO DE LAS MANDARINAS”
Ellas nos muestran cómo la violencia del
encierro persiste en una frase que ha hecho eco en mi conciencia femenina: “Mi
cuerpo no es campo de batalla”. Ello puede resultar absurdo teniendo en cuenta
que cada vez hay más DESAPARECIDAS... SE BUSCA, un desierto y la ganas de
libertad de miles de mujeres que persisten en no ser olvidadas.
El simbolismo escenográfico nos daba una
sensación de espera eterna y quietud atormentada, inundada por las lágrimas de las
“esclavas” de este negocio ilícito y la inserción de algunas fotos –miles de
anuncios reales que vemos sin mirar–, acoplado con la bella dramaturgia de
Nofal. El olvido es la muerte definitiva de los
desaparecidos.
Podría ser una anunciación de la realidad de miles de mujeres que se ahogan en su propio jugo de dolor, destilando un olor de muerte y desesperanza. “El tiempo de las mandarinas” es una obra insoslayable y que moviliza internamente. Una puesta para no olvidar y sanar. Con un impecable trabajo de su elenco íntegramente femenino y una dramaturgia poderosa, esta producción teatral profesional de la ENSAD estará en escena hasta el jueves 26 de abril, con funciones de lunes a jueves a las 8pm, en la sede de Petit Thouars 195.
La Escuela Nacional Superior de Arte Dramático (ENSAD) ha iniciado su temporada con “El tiempo de las mandarinas”,
obra del autor argentino Rafael Nofal. Este montaje teje una narrativa susurrante
en la que diferentes fragmentos de vida de mujeres atemporales y universales adquieren una voz libertaria.
Ellas nos muestran cómo la violencia del
encierro persiste en una frase que ha hecho eco en mi conciencia femenina: “Mi
cuerpo no es campo de batalla”. Ello puede resultar absurdo teniendo en cuenta
que cada vez hay más DESAPARECIDAS... SE BUSCA, un desierto y la ganas de
libertad de miles de mujeres que persisten en no ser olvidadas.
La dramaturgia en escena nos refleja el
trabajo de indagación de las actrices, donde su energía llenó el espacio y su presencia
escénica logró indudablemente conmover a los espectadores. Es realmente notable
la fuerza con que estas jóvenes actrices lograron construir en conjunto un bios
escénico y orgánico. La propuesta de Acosta resulta oportuna
ante esta compleja realidad (la trata de personas) logrando sensibilizarnos y
no olvidarlas. Desde su labor, como primer espectador, apostó por incluir matices
performáticas, donde el cuerpo de cada actriz es el elemento predominante
confirmándolo con el vestuario que reflejaba el rostro de dolor y protesta de
todos los géneros.
Podría ser una anunciación de la realidad de miles de mujeres que se ahogan en su propio jugo de dolor, destilando un olor de muerte y desesperanza. “El tiempo de las mandarinas” es una obra insoslayable y que moviliza internamente. Una puesta para no olvidar y sanar. Con un impecable trabajo de su elenco íntegramente femenino y una dramaturgia poderosa, esta producción teatral profesional de la ENSAD estará en escena hasta el jueves 26 de abril, con funciones de lunes a jueves a las 8pm, en la sede de Petit Thouars 195.
FICHA
DE LA OBRA
“El tiempo de las mandarinas” de Rafael Nofal
Dirección: Carlos Acosta
Elenco: Valeria Arévalo, Andrea Arias,
Kelly Carrillo, Mafer Escajadillo, Minoe Juárez, Milushka Mesta, Ana Paula
Simon y Diana Tolentino
Lugar: Sala de la ENSAD (Av. Petit Thouars
195, Cercado de Lima)
Funciones: De lunes a jueves a las 8pm
Temporada: Del 02 al 26 de abril de 2018
Una producción de la ENSAD
MIRSHA
CELI
Crítica
Teatral Sanmarquina
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